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Como hipnotizar

Como ya se ha descrito el cerebro debe tener menos de 8 Hz, ello significa que la persona tiene que estar relajada. Como explicación mencionaremos que el estado alpha o de relajación en donde la persona se encuentra relajada pero atenta se encuentra entre 8 a 12 Hz y que es cuando nos encontramos descansados, filosofando, meditando o mirando una hermosa puesta del sol completamente enamorados. 

El estado entre 5 a 8 Hz es el estado denominado Theta y menor a 5 Hz se denominada Deltha en donde se realiza el sueño y también los fenómenos paranormales o de poderes ocultos. 

Entonces, el estado hipnótico, es realmente un estado de sueño y a la vez de realización de fenómenos más allá de normal. Por ello para hipnotizar el primer paso es relajar al paciente hacia el estado del sueño, pero sin que pierda el contacto con la realidad en un pequeño espacio en donde sólo escuche la voz del hipnotizador y sienta su energía. 
 

Cuando los practicantes de yoga, meditacion, tantra, sienten el satori, el samadhi o algún tipo de elevación, es producto de la energía que aplica el gurú, el maestro, swami, en el sexto chakra o algún lugar del cuerpo. Esta energía es similar a la del reiki, pranificación o sanación, que se aplica generalmente en la frente, parte superior de la cabeza, nuca, de aquel a quien se va a hipnotizar y con la ayuda de diversas técnicas de inducción, relajación o sofrología se lleva al estado requerido. 

 

Métodos 

 

Son inumerables y van desde la mirada, los pases magnéticos, hasta una serie de instrucciones por medio de la voz para que el paciente ingrese al mundo inconsciente y sea guiado en el consciente. 

 

Los métodos se aplican de una persona a otra o a uno mismo, esto segundo generalmente en la autosanación. La hipnosis clínica ha tenido importantes logros desde una operación de cesarea a mediados del siglo pasado sin ningñun tipo de anestesia, en donde la paciente fue sometida a una cesarea exitosa sin anestesia y permaneció cantando durante todo el proceso. 

 

Entonces existen diversos métodos eminentemente prácticos, uno de los cuales enseñaremos de inmediato y que se aplica a la sanación de enfermedades y la autosanación: 
Acuestese o acueste comodamente a la persona a ser inducida. 
Todas las instrucciones que siguen son hacia uno mismo o hacia la otra persona. 
Mencione con voz clara y fluida, vocalizando pausadamente, que se relajen, se suelten, los pies. 
Luego de una pausa de unos 5 segundos se pide que se relajen los tobillos y a intervalos de 5 segundos aproximadamente se sigue avanzando hacia las pantorillas, rodillas, ano, gluteos, vientre, estómago, espalda, pecho, hombros, brazos, antebrazos, manos, cuello, rostro, craneo, nuca. 
Se repite una vez mas el proceso siempre son voz firme, serena, sin trabas. 
Ahora se pide que autocoloque una imaginaria luz en alguna zona enferma o afectada de la persona inducida o paciente, una luz acompañada de calor, regeneración, armonía. 
Luego de unos 15 segundos repetir la orden anterior. 
Luego de unos 30 segundos ordenar que aumente la potencia de la luz y el calor y que realmente "sienta", que no se lo imagine, sino que los "sienta". 
Luego de otros 30 segundos indicar que aumente la potencia al máximo y realmente esta sanando, regenerando, iluminando como miles de reflectores. 
Luego de unos 2 minutos repetir la orden anterior para finalmente con otros 3 minutos indicar que la curación continuará durante el resto del día o de la noche. 
Unos 2 o 3 minutos más y se le pedirá que haga 3 respiraciones lentas y profundas y luego que cruce los brazos en el pecho tocando cada mano el hombro opuesto para que vuelva a la normalidad. 
Otras 3 respiraciones y poco a poco abra los ojos y baje los brazos. 
Este método presenta tres niveles de intensidad, cada cual más intenso y dependiendo de la naturaleza de la enfermedad. 

 

¿Cómo hipnotizar?

 

 

Algunos de los métodos más conocidos
 

Existen muchos métodos de inducción. Incluso podemos inventarnos variantes adecuadas o adaptadas al sujeto que se ha de someter al trance, tal y como hacia en muchas ocasiones el Dr. Milton Erickson, que usaba en muchos de sus “diálogos hipnóticos” metáforas, situaciones imaginarias, historias y cuentos, etc. Exponemos aquí algunos muy usados. 

 

Método de inducción oral
 

Quizás sea largo, pero es bastante seguro a la hora de obtener resultados. El sujeto puede estar sentado o tumbado. En todo caso en una posición cómoda. Preferiblemente con los ojos cerrados le iremos induciendo con nuestra voz relajando parte a parte del cuerpo, empezando por los pies y acabando por la cabeza o viceversa. Al terminar esta relajación progresiva vamos introduciendo sugestiones de pasividad y sueño: Ahora te encuentras tan a gusto que dormirás... sientes como un ensueño agradable te va envolviendo...” 

 

Métodos de fijación de la mirada
 

Son todos aquellos en que indicamos a un sujeto que se fije en cualquier cosa exterior, bine fija, bien movimiento. Puede tratarse de un foco de luz, un péndulo oscilante, un disco hipnoidal. Antes o después –incluso sin sugestiones por parte del hipnólogo- se irá produciendo un cansancio ocular que nos irá adormeciendo. Si introducimos sugestiones serán de este tipo: “Conforme miras este objeto, tus ojos van sintiendo un ligero cansancio que cada vez se hace más intenso. Poco a poco los párpados su vuelven más pesados y es como si quisieras cerrar los ojos porque quieres dormir o descansar...” 

 

Método de la catalepsia
 

Pedimos al sujeto que una con fuerza sus piernas y que apriete los brazos estirados hacia el cuerpo, que ponga rígidos todos los músculos de su cuerpo, que apriete el abdomen y en definitiva, que se imagine que una especie de tabla o estatua de bronce. Acto seguido la imprimiremos un ligero balanceo para que note su rigidez. Una vez conseguida la rigidez total, podemos con ayuda de otras personas, tumbarle en el suelo, en un diván o camilla. Inmediatamente le indicaremos que se encuentra muy concentrado y que dormirá o entrará en un estado profundo y especial a nuestra indicación. Podemos dar un pequeño chasquido con los dedos o tocarle ligeramente la frente con los dedos al mismo tiempo que decimos: ¡duerme! o ¡Ya está... estas en un estado profundo y especial! A partir de ahí, usamos sugestiones para profundizar. 

 

 

¿Cómo hipnotizar?

 

Método de la rigidez del brazo
 

La persona está sentada... le estiramos el brazo y lo colocamos a la altura del hombro. Le sugerimos que se encuentra bien y que su brazo cada vez está más rígido. Le hacemos sentir con ligeras presiones sobre la mano dicha rigidez para que se retroalimente en la sugestión... una vez conseguido le indicamos que el brazo comenzará a pesar, que se ha transformado en plomo...” el brazo en tan pesado que se peso se hace insostenible e irá cayendo. Conforme el brazo va bajando, notarás como un sueño agradable e intenso te va invadiendo... cuando el brazo se desplome por completo, dormirás!. Si la sugestión surte efecto, el sujeto irá bajando el brazo hasta soltarlo por completo; en este momento daremos la orden ¡duerme!. 

 

Método de la expectación
 

Especialmente cuando se hace hipnosis de espectáculo, este método es útil. Supongamos un aforo donde se espera al hipnotizador con expectación... por tanto ya existe un ambiente lo suficientemente sugestivo para inducir con facilidad a cualquier asistente. El hipnotizador deberá hablar con cierto misterio y persuasión. Al acercarse a cualquier espectador que ponga reparos a su proximidad ante el temor de ser hipnotizado, a un solo toque u orden del inductor, entrará con facilidad en hipnosis. 

 

Método del “engaño”
 

Especialmente para usarlo con sujetos difíciles. Pondremos a una persona ante nosotros indicándole que le vamos a hipnotizar (le habremos comentado previamente que en realidad no será a ella a quien induciremos, sino que simplemente debe fingir que está durmiendo); a su lado pondremos a otra –a la que realmente que remos inducir- y le explicaremos que su misión es observar con todo el detalle y atención que pueda cómo se duerme la otra persona. Preferiblemente podremos a uno frente a otro y el inductor se sitúa en medio. Bien... llegado este punto a nuestro compinche le pasaremos un péndulo oscilando por delante de los ojos, por ejemplo y el comenzará a fingir su adormecimiento. Deberemos estar atentos a nuestra verdadera víctima, pues cuando su atención sea intensa, soltaremos de una el péndulo y de inmediato sin darle tiempo a reaccionar, situaremos nuestra mano delante de su frente o sus ojos cerrándoselos y diciéndole enérgicamente: ¡duerme! Una puntualización a tener en cuenta es que muchas personas son reacias ante términos como “hipnosis” “hipnotismo” o “sueño” por el temor que estos suscitan de pérdida de la propia conciencia. En ese caso podemos sustituirlos por parlabas o expresiones como “estado especial” “trance” “ensueño” “sopor” etc. 
 

 

¿Cómo hipnotizar?

 

La Hipnosis (1)

Un poco de Historia
 

Nadie está completamente seguro de cómo y cuando comenzó el hipnotismo. Resulta evidente, que lo que hoy llamamos trance hipnótico, ha estado vinculado al ser humano a lo largo de su evolución natural. Desde que existe la especie humana y por consiguiente una mente pensante, ha existido sin duda alguna la Hipnosis. De todas formas, ya encontramos referencias históricas sobre la Hipnósis en el antiguo Egipto. Dichos testimonios nos hablan de unos "templos del sueño", dónde se practicaba técnicas asombrosamente similares a las que conocemos actualmente sobre la Hipnosis.
 

¿Pero qué es la Hipnosis?. ¿Qué hay de cierto en los espectáculos sobre hipnotismo que vemos en la televisión?. ¿Es perjudicial la Hipnosis? ¿Todo el mundo puede ser hipnotizado?. Estas son, entre otras, las preguntas más corrientes que la gente suele hacerse sobre el fenómeno hipnótico. Vamos a tratar de responder alguna de ellas.

 

Adentrandonos en la realidad
 

En primer lugar a la Hipnosis se la podría definir como una situación alterada de conciencia. ¿Por qué alterada?. Porque es un estado provocado por alguien o por algo. El ser humano posee dos estados ordinarios de existencia: el de vigilia, y el onírico o del sueño. A estas dos formas de existencia las personas llegamos de una forma natural. Sin embargo, al estado hipnótico, sólo podemos llegar mediante una serie de técnicas y motivaciones, provocadas por el hipnólogo.
 

La Hipnosis se puede emplear dentro del ámbito de la Parapsicología, también como método terapéutico y finalmente como espectáculo. Personalmente soy un detractor de esto último y no merece la pena tan siquiera detenernos en ella. Aunque sería conveniente precisar, que muchas de las personas que suelen presentarse como voluntarios dentro de la Hipnosis teatral, en el fondo de ellos, subyace un cierto grado de protagonismo y de llamar la atención.
 

La Hipnosis, no es en absoluto peligrosa, si partimos de la base, de que quien la practique, además de dominar y conocer la técnica, posea un alto grado de ética, como en cualquier otra actividad. A nadie se le puede inducir sugestiones o ideas que vayan en contra de sus principios éticos y morales. Si a una persona hipnotizada le ordenamos algo en contra de sus convicciones, dicha persona responderá con cierto grado de agitación y saldrá del estado hipnótico.
 

Se reconocen tres grados de Hipnosis. Al primero o ligero, prácticamente todo el mundo puede llegar, si exceptuamos a las personas con un grado de deficiencia mental importante, que les impida concentrarse en las inducciones del hipnólogo. Al último grado o más profundo, solo pueden llegar entre un veinte o treinta por ciento de las personas, aunque el porcentaje aumenta considerablemente, conforme se va aprendiendo a concentrarse y adquiriendo confianza en el hipnoterapeuta. Tampoco se puede, ni se debe, hipnotizar a niños muy pequeños, ya que tampoco poseen ese nivel de concentración.
 

Para producir la Hipnosis no hace poseer ningún tipo de poder especial, simplemente el hipnólogo se basa en una serie de técnicas, por lo que el aspecto mágico o sobrenatural del fenómeno, queda por supuesto descartado.
 

En definitiva, lo deseable es que vayan desapareciendo muchos tabúes y malentendidos sobre este fenómeno. En cualquier caso y bien aplicada la Hipnosis, es una formidable herramienta para investigar y desentrañar, los todavía hoy muchos, insondables misterios de la mente humana.

 

La Hipnosis 1ª parte

 

¿ Se pueden visitar otras vidas anteriores a través de la hipnosis ?

 

Dentro de las muchas aplicaciones que contiene la Hipnosis, el fenómeno de la regresión hipnótica, seguramente es el más llamativo, apasionante, sugestivo y por supuesto el más polémico. Dicho fenómeno consiste en hacer recordar al sujeto hipnotizado vivencias de su pasado, siendo posible acceder a recuerdos prenatales e incluso llegando más lejos en el tiempo, traer a la memoria algo perteneciente a antes de su nacimiento. La persona hipnotizada puede verse en algún lugar o situación que nada tienen que ver con su vida actual, lo que para muchos sería una prueba de la existencia de la reencarnación. 
 

Hay varias explicaciones, más o menos consistentes, a este fenómeno. La primera de ellas, se basaría en la memoria genética; es decir, que cada uno de nosotros ha recibido una información mediante los genes que nuestros antecesores nos han ido transmitiendo. En realidad, no serían vivencias de una vida anterior nuestra, sino simplemente de otro ser humano que nos precedió en un pasado más o menos lejano.
 

Otra hipótesis, defendida por los más incrédulos, explicaría el fenómeno identificándolo como simples fantasías, que exteriorizamos asumiéndolas como propias. Si alguien, por ejemplo se ha sentido fascinado en su infancia con Julio César, Napoleón o Cleopatra, esta persona en estado hipnótico asumiría ese papel.
 

Otra explicación recurriría a la teoría del inconsciente colectivo. ¿Qué es ésto?. Pues una especie de almacén psíquico gigantesco o alma colectiva, donde estarían integradas todas las vivencias de la humanidad, desde que apareció el primer ejemplar de la raza humana sobre la Tierra, hasta que desaparezca el último de nosotros sobre este planeta. En un estado alterado de conciencia como es la Hipnosis, recabaríamos esa información allí almacenada y al igual que el caso anterior, la asumiríamos como propia.
 

Y la última y quizás para la mayoría, la más consistente, es que efectívamente existe la reencarnación y ¿por qué no?, lo que nos narra el individuo hipnotizado, corresponde a algo vivido en un vida anterior suya, encarnado en otro cuerpo, en un tiempo y lugar diferentes al actúal.
 

Personalmente quiero ser muy cauto en esta cuestión y no me gustaría definirme abiertamente por ninguna de las hipótesis anteriormente expuestas. ¡Porque cuidado!; en muchas ocasiones nos hemos hallado ante la paradoja de que varias personas han afirmado haber sido el mismo personaje histórico; por ejemplo, como antes mencionaba, Napoleón, Cleopatra, e incluso San Juan el Bautista o Buda.
 

No obstante, debemos recordar la ley física que nos recuerda, que la energía nunca desaparece, sólo se transforma. Nosotros somos energía y si creemos en la reencarnación, seguramente nos es más fácil comprender muchas cosas que suceden a diario a nuestro alrededor. Y por otra parte ¿acaso no es todo cíclico en el Universo?. Vemos que después de un frío invierno, siempre viene una primavera y después de una noche, siempre amanece un nuevo día.

 

La Hipnosis 1ª parte

 

La curación hipnótica
 

Otro ámbito primordial de la Hipnosis, es su aspecto clínico o terapéutico. Comprende dos grandes sectores: el primero es el de las aplicaciones médicas en general. Por ejemplo la utilización de la Hipnosis como método anestésico constituye una de las utilidades más conocidas dentro de la medicina. Recientemente, la odontología es uno de los campos médicos donde existe un auge mayor con respecto a las prácticas hipnóticas, siendo bastante efectiva en el tan temido "dolor de muelas". También es utilizada dentro de la cirugía, como suplemento o complemento a la anestesia.
 

El otro campo está integrado dentro de la Psiquiatría y Psicología, recibiendo el nombre de Hipnoterapia. Esta técnica consiste en influir sobre el subconsciente del sujeto, con la finalidad como cualquier otra psicoterapia, de aliviar o transformar unas pautas de conducta indeseadas. Cualquier desarreglo de tipo psíquico puede ser tratado mediante Hipnosis; fobias, depresiones, ansiedad, tics nerviosos, insomnio, etc. Aunque hay que advertir que para realizar una buena Hipnoterapia, hay que tener en cuenta infinidad de aspectos que sólo conocen bien y pueden manejar correctamente los profesionales de la salud; médicos, psiquiatras, psicólogos y terapeutas instruidos en el complejo mundo de las psicopatologías.
 

La Hipnoterapia posee la ventaja de poder adentrarnos en el subconsciente del paciente de una forma rápida. Las herramientas primordiales en que se apoya son la sugestión y la palabra. Así pues, la Hipnoterapia trata de introducir ideas de curación, que después se desarrollarán inconscientemente y producirán un reflejo condicionado -no controlado- en la mente del paciente. La sugestión es un elemento que está siempre presente, nos demos cuenta o no, en prácticamente todos los actos de nuestra vida cotidiana. Nos encontramos en un estado de constante bombardeo por parte de las sugestiones. Y esto es, casi decir lo mismo, que vivimos en continuo estado de Hipnosis. Y las sugestiones tienen un efecto primordial en nuestra vida. Si no, recordemos, ¿Cuantas veces hemos cambiado un manera nuestra de obrar o pensar a raíz de un comentario de alguien sobre nosotros?. La sugestión no existe por sí misma, sino en tanto que se transforma en autosugestión en el otro.
 

Para utilizar de manera adecuada las sugestiones es esencial el uso correcto de la palabra. Las palabras no solo significan una realidad, sino que la crean. Repite varias veces la palabra limón y observarás como tus glándulas salivares empiezan a funcionar. Las palabras manifiestan nuestros pensamientos. Y nuestros pensamientos se transforman en realidad. La persona que siempre dice encontrarse mal, acabará al final contrayendo la enfermedad. Sin embargo repite "Cada estoy mejor. Me siento joven y lleno de vitalidad" y verás como es una forma de activar el proceso de curación de cualquier dolencia. Desde luego, en las palabras y pensamientos influye poderosamente la mayor emotividad o carga afectiva que pongamos en ellos.
 

Si una persona necesita sugestiones de tranquilidad, dotémoslas de calma y serenidad; si requiere sugestiones de autoafirmación y seguridad, hagámoslas con voz firme y decidida; incluso si el paciente está falto de cariño y autoestima, démosle en las sugestiones algo de cariño y comprensión.

 

La Auto-hipnosis
 

Finalmente añadir que también se puede practicar la autohipnosis, en la cual, por el mismo procedimiento antes expuesto, cada persona debe recurrir a las sugestiones que ella mismo haya escogido, y que crea que son las más apropiadas para mejorar su personalidad. Porque se tratará de reflexiones individuales, adaptadas a sus problemas y deseos. Si la practicas procura identificarte con ellas hasta que hayan penetrado en tu subconsciente; hasta que hayan llegado a formar parte de tu vida. Posiblemente verás, como poco a poco van transformando tu personalidad.
 

Como vemos, en lo que concierne a ese enorme universo interior, que es la mente humana, hay muchas cuestiones ya resueltas; pero también muchas por esclarecer. Y la hipnósis nos puede ayudar a ello.
 

 

 

 
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